Consejos para afrontar una reforma integral de hogar

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  1. Tener claras cuáles son nuestras necesidades: debemos pensar en cómo utilizamos la vivienda, que cosas queremos y no queremos, qué habitaciones usamos más, si necesitamos más armarios, o queremos todo diáfano, si preferimos ducha o bañera, si necesitamos una cocina más práctica o grande, etc.
  2. Definir una nueva distribución: una vez sabemos que es lo que necesitamos, debemos de crear una nueva distribución, que sea lo más práctica y lógica posible, en la que se aproveche al máximo el espacio disponible, y que se ajuste en la mayor medida posible a las necesidades planteadas en el anterior paso.
  3. Calcular los gastos: debemos conocer cuál es el presupuesto del que disponemos, para saber si lo que hemos decido en los anteriores puntos son cosas que se pueden realizar, o si por el contrario sobrepasan los gastos, y hay que pensar en otras opciones. Para solicitar presupuestos, hay que llevarles a los profesionales las medidas más exactas posibles para que el presupuesto sea real. También es recomendable hacer una lista con todas las acciones a realizar, y el coste de cada una de ellas. De esta forma podremos llevar un control y no llevarnos ningún susto.
  4. Comparar presupuestos: no dejarnos llevar por las prisas y escoger la primera opción. Debemos comparar varios presupuestos, para así poder elegir a la empresa que mejor se ajusta a nuestras necesidades y presupuesto. Tampoco es buena idea solicitar muchos presupuestos, al final lo único que conseguiremos es volvernos locos y no tomar una buena decisión. Siempre antes de escoger a una empresa, informate sobre su trayectoria y anteriores trabajos, opiniones de clientes, etc. Así te asegurarás de que es bueno.
  5. Documentación: para dejarlo todo bien atado es imprescindible obtener todos los permisos y licencias necesarios para la realización de las obras. Por otro lado, también hay que salvarse las espaldas elaborando un contrato de obra bajo presupuesto con la empresa en cuestión, y asegurarse de que ésta cuenta con un seguro de responsabilidad civil que cubra ante posibles incidencias y accidentes.
  6. Participar en la obra: involucrarse y formar parte activa de la misma. Estar pendientes de la obra nos va a permitir realizar modificaciones en el momento si algo no nos gusta. De esta forma podemos ahorrarnos dinero, ya que si esperamos a hacer modificaciones cuando la obra esté acabada, va a ser más caro poder llevar dichos cambios a cabo. Incluso si esperamos a finalizar la obra para realizar una modificación, puede que no sea posible.
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